Editorial / El impacto de las sanciones
Mientras por todo el mundo los titulares se dedican al Covid-19 y a las vacunas, hay otra “pandemia” que sigue descontrolada: las sanciones unilaterales de Estados Unidos. Pero para esta enfermedad no hay vacuna.
En Venezuela, el gobierno, movimientos populares y hasta la oposición que no es servil a Washington tienen años denunciando algo obvio: las sanciones tienen consecuencias terribles para el pueblo. El gobierno de Nicolás Maduro ha incluso entregado una demanda en la Corte Penal Internacional, argumentando que las medidas coercitivas unilaterales constituyen un crimen de lesa humanidad.
Y es una realidad cada vez más difícil de ocultar, por mucho que se esfuercen los medios corporativos, siempre alineados con Estados Unidos cuando toca a política exterior.
La relatora especial de la ONU sobre medidas coercitivas unilaterales y derechos humanos, Alena Douhan, visitó el país caribeño y presentó sus conclusiones el 12 de febrero. Su reporte demuestra las consecuencias de esta “guerra” impuesta a todos los venezolanos.
- El ingreso petrolero, el más importante de la economía, ha caído en más del 90 %.
- Los salarios, entre US $150 y $500 en 2015 han caído y se ubican de US $1 a US $10. No se cubre ni el 1% de la canasta básica.
- Se perdió del 30 al 50 % del personal de los servicios públicos y empresas del Estado, con consecuencias graves en el caso de personal calificado
- 2,5 millones de personas sufren inseguridad alimentaria severa. Comen menos veces diarias, menos alimentos y de menor calidad.
- Hay trabas significativas para la importación de alimentos. Como resultado, el programa de alimentos subsidiados CLAP tiene una menor diversidad de productos y se distribuye con menor frecuencia.
- Deterioro severo de los servicios públicos, incluyendo escasez de gasolina y el colapso del sistema eléctrico.
- Hay falta o insuficiencia severa de medicinas y vacunas, lo que ha significado el resurgimiento de enfermedades que ya estaban erradicadas.
En el caso de las medicinas la situación es aún más grave, ya que el gobierno ha sido impedido de utilizar sus recursos en el exterior, congelados por órdenes de la administración Trump, para enfrentar la pandemia del Covid-19. Un ejemplo son las reservas de oro “secuestradas” por el Banco de Inglaterra, que el gobierno venezolano pretende usar para importar alimentos y medicinas en coordinación con las Naciones Unidas.
La conclusión de Douhan, experta en derechos humanos, es que las sanciones son devastadoras, además de ilegales, y que deben ser inmediatamente levantadas y revisadas.
La administración Trump, que intensificó una política iniciada por el gobierno de Obama, siempre intentó vender la idea que las sanciones sólo afectaban a Maduro y sus aliados. En algunos casos, oficiales confesaban entredientes que el objetivo era “presionar” al gobierno democráticamente electo.
Pero hasta en Washington esta narrativa es cuestionada. La Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) publicó un informe el 8 de febrero donde concluye que las medidas coercitivas del Departamento del Tesoro han empeorado la crisis económica en Venezuela. Más aún, afirma que el bloqueo estadounidense impide la entrega de ayuda humanitaria, mayoritariamente en manos de ONGs alineadas con la oposición venezolana.
Al informe del GAO se siguió una carta a la administración Biden firmada por varios congresistas y senadores demócratas, entre ellos Elizabeth Warren, Ilhan Omar y Jesús García. Los firmantes cuestionan el uso de sanciones en medio de una pandemia global y llaman a que la Casa Blanca “revise” esta política y evalúe sus consecuencias.
Y frente a este coro, ¿qué dice la Casa Blanca? Que “no tiene prisa” en levantar las sanciones contra Venezuela, exigiendo que sea el gobierno venezolano a “dar pasos” que agraden a la administración Biden. El nuevo inquilino de la Casa Blanca ya había dado varias señales que no iba a diferir de su antecesor en lo que respecta a Venezuela, y que buscaría que las sanciones fueran “más efectivas”.
Al final, hay pocos temas tan comunes entre los dos partidos en Washington como el imperialismo. Para países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán, Siria, etc., es muy difícil ver a Joe Biden como “el mal menor”.
Pero el pueblo venezolano ya ha dado muestras de sobra de su capacidad para resistir, incluso con la soga cada vez más apretada. Y esa heroica resistencia es lo único con lo que se puede contar, ya que cualquier esperanza de un cambio en la política exterior norteamericana, o de una institucionalidad que haga respetar el derecho internacional, es una ilusión en el mejor de los casos. ¡Sólo el pueblo salva al pueblo!
Breves
Colombia / Posible extensión del mandato de Iván Duque
La Federación Colombiana de Municipios propuso extender dos años el periodo presidencial, hasta el 7 de agosto de 2024, con el fin de unificar esas elecciones con las de alcaldes y gobernadores que tendrán lugar ese año.
El grupo argumenta que, celebrando todos los comicios en una sola jornada, se podría ahorrar una suma considerable de recursos y con ellos hacer frente a la actual pandemia de Covid-19.
Sin embargo, la oposición afirma que se trata de un «golpe de Estado», promovido por el «núcleo duro del uribismo» que apoyó a Iván Duque en las pasadas elecciones de 2018.
Brasil / Ocho armas por cada brasilero
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firmó varios decretos que permiten aumentar el número de armas que pueden poseer los brasileños, llegando en algunos casos hasta ocho, el doble de lo que se permitía hasta ahora.
La decisión del presidente brasilero ha sido aplaudida por sus seguidores, pero es cuestionada por la oposición, que teme que sea una estrategia para armar a sus simpatizantes, es decir, crear milicias bolsonaristas con miras a las elecciones presidenciales de 2022.
Además, denuncian las figuras de oposición que esta expansión exponencial de armas y municiones en circulación favorecerá los desvíos y obstaculizará las investigaciones policiales, beneficiando al crimen organizado.
Bolivia / Crédito al FMI devuelto
El Banco Central de Bolivia (BCB) canceló un crédito otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), durante el Gobierno de facto presidido por Jeanine Áñez.
El BCB enfatizó que el crédito de 346,7 millones de dólares establece una serie de imposiciones de carácter fiscal, financiero, monetario y cambiario que son contrarias a la Constitución del país.
En este sentido, las autoridades bolivianas anunciaron que también tomarán acciones contra los exfuncionarios que gestionaron dicho préstamo vulnerando la soberanía e intereses económicos del país.
México / Visita de Alberto Fernández
México y Argentina estrecharon relaciones tras la visita de Alberto Fernández al país centroamericano.
Fernández se refirió a su homólogo López Obrador (AMLO) como el “primer presidente honesto en muchos años” en México y elogió sus esfuerzos por recuperar la economía del país.
La pandemia del Covid-19 y la vacunación fueron los principales temas de la rueda de prensa conjunta. Ambos presidentes criticaron el acaparamiento de vacunas por parte de algunos países, anunciando una queja en las Naciones Unidas. México y Argentina van también a cooperar en la producción de la vacuna AstraZeneca en suelo latinoamericano.
Ecuador / Acusaciones de fraude electoral
El candidato Yaku Pérez y los movimientos indígenas que lo respaldan han acusado al consejo nacional electoral (CNE) de fraude en el conteo de los votos de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
El candidato de izquierda Andrés Arauz fue el más votado, y la duda era si disputará la segunda vuelta contra Pérez o el banquero Guillermo Lasso. Pérez llevaba ventaja, pero terminó superado por Lasso.
Aunque los dos acordaron un recuento parcial de los votos, el CNE revisó apenas 31 de las 27000 actas donde Pérez alegó que había irregularidades. Los movimientos indígenas amenazan un paro y otras acciones de protesta.
Entrevista
Covid-19 / Lucía Coronel: «El panorama es complejo porque somos un continente lleno de desigualdades»
La pandemia del Covid-19 sigue dominando la realidad latinoamericana. Lucía Coronel, médica epidemióloga argentina, graduada del a Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba, y docente universitaria, nos habla de los retos que enfrenta el continente y de las desigualdades alrededor de las vacunas.
¿Pasado un año desde la llegada de la pandemia, cuál es el panorama en América Latina? ¿Cuáles han sido las decisiones acertadas y equivocadas de los gobiernos?
Yo empezaría diciendo que este contexto de pandemia no ha hecho más que poner en evidencia las desigualdades existentes a nivel mundial y por lo tanto las consecuencias, los resultados y los manejos que hemos visto también tienen que ver con eso.
El panorama en América Latina es complejo porque somos un continente lleno de desigualdades desde que fuimos colonizados y nuestros destinos han sido atados a muchas decisiones foráneas. Hoy estamos atados a las decisiones de los capitales financieros y nuestras políticas están condicionadas. Creo que los países que han acertado en Latinoamérica son los que de alguna manera tienen un Estado preocupado por mitigar o reducir el impacto en las condiciones de vida de la población y para eso se han preparado con tiempo, han alistado su sistema sanitario u hospitalario, impulsaron cuarentenas oportunas, están gestionando las vacunas a tiempo y dando algo de sostén social. Mientras que las gestiones más equivocadas son aquellas que han desconocido, minimizado o no actuado ante lo que se preveía epidemiológicamente que podía pasar.
Varios gobiernos de América Latina han manifestado su disgusto ante la repartición desigual de las vacunas contra el Covid-19. Algunos, como México, decidieron llevar su reclamo ante la ONU: ¿Cuál es el panorama en materia de vacunación para la región?
Ya ahora sabiendo la eficacia de varios candidatos vacunales se ve que es una carrera geopolitica y donde los países poderosos presionan, acaparan y hacen todo tipo de lobby para que las vacunas estén en primer lugar en las economías importantes. Por eso, lo oportuno fue empezar muy temprano las negociaciones para diferentes alternativas porque no hay un solo país que produzca vacunas que pueda garantizar las dosis necesarias para todos.
La carrera por la vacuna ha llevado también a reclamos como el de México para que se ordene la distribución, para que sea equitativa. Pero hay otras situaciones, India es uno de los mayores productores de vacunas no indias, o sea, de vacunas desarrolladas como la de Astrazeneca, mientras que muchas otras se están produciendo y se pretenden producir en China, debido a la historia que tiene China como productor de medicamentos y de tecnología, por ser un nicho de recursos humanos para eso. Sin embargo, China no tiene garantizada para nada la vacunación para su propia población.
No obstante, en nuestra región hay casos distintos. Tenemos la esperanza de un país como Cuba, que está desarrollando una vacuna con presencia del Estado, con soberanía sanitaria garantizada, pasando ya a fase 4, y estas vacunas estarán totalmente puestas al servicio de la población.
En varios países se ha planteado la posibilidad de permitir que empresas privadas importen y vendan vacunas contra el Covid-19 ¿Podría ser una solución o empeoraría aún más la desigualdad?
Que las empresas privadas importen y vendan vacunas contra el Covid-19, supongo que va a pasar. Pero no creo que ahora. En este momento al ser tan peleada la producción de vacunas la discusión está a nivel de Estados. Probablemente cuando estén más desarrolladas se tercerice su distribución. Siempre va a ser una solución que ingresen más vacunas confiables, pero al haber empresas privadas mediando en el tema hay otros factores a tener en cuenta. Estamos hablando de intereses de lucro involucrados en los derechos sanitarios, sobre todo en medio de una pandemia. Así se desvirtúa el derecho a la salud y habrá quienes ganen y quienes pierdan pues el acceso ya no será por derecho de todos sino según la capacidad del pago. Podría ser una solución para países sin infraestructura, ni Estados soberanos. Pero en materia de salud colectiva, debería ser el Estado el aglutinador de los derechos de la población.
Venas abiertas / El Caracazo
Con la economía venezolana en crisis, Carlos Andrés Pérez ganó las elecciones para regresar al poder con promesas de bonanza y bienestar. Pero días después de su inauguración, “CAP” anunció el “Gran Viraje”: un paquete de medidas neoliberales acordadas con el FMI.
Las medidas generaron una ola de rechazo y una explosión social pocas semanas después, principalmente en Caracas y zonas aledañas. El gobierno respondió con una represión brutal que provocó alrededor de 3000 muertos.
El llamado “Caracazo” marcó el principio del final de la Cuarta República en Venezuela. La década de los 90 fue de profunda inestabilidad, hasta el cambio de página con la llegada de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana.
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Fuente: Investig’Action