El chiflado es John Kerry, quien ha salido escaldado de sus prisas entre Washington y Tel Aviv, al tratar de poner en marcha un acuerdo «marco» entre Israel y Palestina (que sirva para atribuir algun progreso a sus contorsiones de mediador honesto), mientras ataca al Presidente de Venezuela Nicolás Maduro por su «campaña de terror contra su propio pueblo » y, por supuesto, denuncia a los rusos por su «agresión» contra el régimen golpista de Ucrania.