Después de las décadas perdidas de los años ochenta y noventa que vieron a América Latina hundirse en la pobreza extrema, el desempleo masivo y la explosión de las deudas públicas, el continente ha logrado levantar la cabezar y hoy se ha convertido en un ambicioso laboratorio de expérimentacion de nuevas políticas sociales y económicas. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina… las medidas de austeridad impuestas a algunos países de la región por el Fondo Monetario Internacional (el FMI) y el Banco Mundial se abandonaron en favor de políticas de reactivación donde el Estado reanudó con mayor o menor grado un rol preponderante en la gestión de la economía.
Mientras que algunos países de América Latina recuperan su dignidad y su soberanía, en Europa en cambio, la austeridad hace devastaciones. Irlanda, España, Portugal, Grecia… ningún país se salva. El PIB se hunde, la pobreza y el desempleo estallan y la deuda crece sin parar. Estas políticas antisociales causaron levantamientos populares que sacudieron los poderes existentes. Los partidos de la izquierda radical Syriza en Grecia y Podemos en España (que afirma querer inspirarse en las orientaciones tomadas por Ecuador o también Argentina con respecto al peso de la deuda), en primer lugar en las intenciones de voto, están haciendo sonar las sirenas de alarma de Bruselas y los mercados financieros. Además, no se cuentan ya las asociaciones, sindicatos, partidos políticos, medios de comunicación alternativos que en Europa aplaudieron los éxitos latinoamericanos. Una euforia de la izquierda radical europea que contrasta con la visión reaccionaria, caricaturezca,grosera y mentirosa de los que tienen interés en que las cosas no cambien.
{{ {{{América Latina, una esperanza para Europa}}} }}
Durante mucho tiempo, muchos latinoamericanos observaban a Europa con admiración. Y hoy aún, Europa fascina. Esta mirada hacia el viejo continente proviene de numerosos factores: culturales, históricas, económicas. Algunos desean conocer a su “madre patria” como España o Portugal. Otros, como en Argentina, quieren viajar a Italia, el país de sus antepasados. Algunos asocian Europa a su historia, su gran cultura y su arquitectura. Pero desde hace algún tiempo, las cosas comienzan a cambiar, en todo caso en lo que se refiere al atractivo económico de Europa. Aunque siguen habiendo latinoamericanos que intentan ir a Europa, en la búsqueda de mejores condiciones sociales y económicas, la situación cambió desde hace unos años. Los cambios políticos ocurridos en numerosos países del continente bolivariano??? frenaron el éxodo masivo que caracterizaba los años 1980-1990 y a principios del 2000.
Las políticas económicas y sociales innovadoras impulsadas por algunos países de la región con el fin de aportar a su pueblo una vida más digna incitaron a numerosos ciudadanos a permanecer en sus países antes que emigrar. Mas aún ahora que la historia se volteó y que es ahora Europa quien sufre las politicas de austeridad D’autant plus que l’histoire s’est retournée et qu’aujourd’hui, c’est l’Europe qui pâtit des politiques d’austérité.. Mas aún ahora que la historia se volteó y que es ahora Europa quien sufre las politicas de austeridad D’autant plus que l’histoire s’est retournée et qu’aujourd’hui, c’est l’Europe qui pâtit des politiques d’austérité.. Les forts taux de chômage que connaissent l’Espagne ou le Portugal ont rendu ces pays de moins en moins attrayants. Los altos índices de desempleo que vive España y Portugal, han hecho estos países menos atrayentes. Esta Europa dominante y que habia mostrado tanto menosprecio hacia sus antiguas colonias, está hoy enferma y ya no hace soñar. La situación es tan dramática, que muchos ciudadanos latinoamericanos especialmente argentinos que habían emigrado a principios del año 2000 para escapar de la terrible situación económica del país, decidieron regrezar a su país.
La historia está cambiando lentamente pero a paso firme . Así pues, las devastaciones causadas por las políticas de austeridad en Europa acoplado a los éxitos fabulosos de las políticas sociales en Venezuela, Bolivia o Ecuador así como al peso importante de países emergentes como Brasil han permitido a América Latina atraerse la simpatía y la admiración de los que en Europa luchan por un sistema económico alternativo y un mundo multipolar donde cada país jugaría su rol en igualdad de condiciones en su participación en el concierto de las naciones libres.
Entonces, por supuesto, no se trata de copiar o calcar la experiencia latinoamericana en Europa sino de inspirarse y de tomar como ejemplo países que vivieron la misma situación que vive hoy el viejo continente y que pueden a pesar de todo mostrar índices de crecimiento importantes, una reducción significativa de su deuda, una disminución espectacular de la pobreza y, en Venezuela y Bolivia, la desaparición completa del analfabetismo. En una conferencia dada en francés en noviembre de 2013 en la Sorbona, el Presidente ecuatoriano Rafael Correa muy precisamente había afirmado que “ La Europa endeudada reproduce nuestros errores”, sobreentendiendo los errores cometidos por los Gobiernos néolibérales sudamericanos como Carlos Menem en Argentina o Carlos Andrès Pérez en Venezuela. Las orientaciones revolucionarias y progresistas tomadas por algunos países de Sudamérica desde hace alrededor de quince años ha sido una bofetada a aquellos que proclamaban el “final de la historia”. Los males de los que sufre Europa son los mismos de los que ha sufrido América Latina hace 20 años.
Entonces por supuesto, no se trata de copiar la experiencia latinoamericana en Europa, pero de inspirarse y de tomar el ejemplo de países que han vivido la misma situación que la que vive hoy el viejo continente y que puede en adelante y que pueden a pesar de todo tener índices de crecimiento importantes, una reducción significativa de su deuda, una disminución espectacular de la pobreza y, en Venezuela y Bolivia, y sencillamente, la desaparición del analfabetismo. En una conferencia dada en francés en noviembre de 2013 enla Sorbona, el Presidente ecuatoriano Rafael Correa muy precisamente había afirmado que “Europa endeudada reproduce nuestros errores”, entendiéndose asi,los errores cometidos por los Gobiernos neoliberales sudamericanos como el de Carlos Menem en Argentina o Carlos Andrès Pérez en Venezuela. Las orientaciones revolucionarias y progresistas tomadas por algunos países de Sudamérica desde hace alrededor de quince años han sido una bofetada a los que declaraban el “final de la historia”. Los males de los que sufre Europa son los mismos de los que ha sufrido América Latina hace 20 años.
Por lo tanto, gracias a Presidentes valientes y determinados a poner fin a esta situación, las cosas cambiaron mucho. Reconquista de las soberanías populares, nuevas orientaciones económicas, nueva visión de la política y la democracia… América Latina, a pesar de un pasado simbolizado por la explotación y el saqueo, descrito como un continente violento sometido a las dictaduras, mostrado con África como el continente donde reina la miseria, esta América Latina ha cambiado bastante y Europa, y más especificamente el Occidente, deberían inspirarse en vez de querer desestabilizarla por medio de una vieja herramienta que permanece siempre de moda : el imperialismo.
{{ {{{América Latina, una amenaza para la ideología dominante}}} }}
Sinembargo, lo mínimo que se puede decir, es que las transformaciones que tuvieron lugar en América Latina no tuvieron el reconocimiento en los paises mas alla del Atlantico(paises occidentales). En efecto, si la izquierda radical europea saludó alos cambios en América latina, los principales partidos de los Gobiernos europeos, así como los medios de comunicación, se lanzaron en una guerra ininterrumpida contra los Presidentes insumisos del subcontinente.
Desde que Venezuela, seguida de otros países de la región, comenzó a hacer frente a las potencias imperialistas occidentales y a las multinacionales, estos países se convirtieron en los objetivos recurrentes de los medios de comunicación dominantes. Le Monde, Liberación, ELPaís,La Repubblica etc, todos estos potentes medios de comunicación en manos de riquísimos hombres de negocios hicieron todo lo posible para propagar una imagen desastrosa de las nuevas experiencias que jalonan América Latina.
La deontología periodística se abandonó para dejar el lugar a las invectivas, a las mentiras y a las caricaturas innobles. Los medios de comunicación, temibles profesionales de la propaganda, emplearon todos los medios para dar una mala imagen de los Presidentes Chavez, Morales, Correa… A menudo, han ocultado voluntariamente los éxitos en cuanto a política económica y social de los países en cuestión, prefiriendo tratar a los Presidentes de “dictadores” o de “populistas”. Las potencias imperialistas por su parte apoyaron vivamente la oposición fascista, en primer lugar al Presidente Chavez luego a su sucesor, Nicolas Maduro. La misma cosa pasa en los otros países, con el apoyo financiero norteamericano a la oligarquía boliviana o ecuatoriana por ejemplo. Se sabe ahora el rol fundamental que jugaron los Gobiernos occidentales, en particular, Washington, para destruir la ola socialista que se propagaba en el continente de Bolívar. ¿Pero por qué tanta rabia contra estos países democráticos y soberanos? ¿Por qué tantamentira mediática? Esta desconfianza de las naciones occidentales hacia lo que pasa en América Latina se explica por el miedo que suscita un contagio regional luego internacional de las revoluciones latinoamericanas. Los amos de la economía mundial tiemblan ante una posible el Efecto Dominó, estamos por supuesto bastante lejos pero la violencia con la cual los medios de comunicación y las potencias occidentales tratan algunas naciones latinoamericanas dice mucho sobre el peligro que estas representan para el orden económico y geopolítico mundial.
Después de la desaparición de la URSS, los Estados Unidos se habían vuelto los amos del mundo y se permitían todo, en la mayor impunidad. La economía néolibéral se imponía un poco por todas partes y se declaraba el “final de la historia”. Pero el despertar del pueblo de América Latina vino a trastornar un sistema que se creía muy potente y al abrigo de las rebeliones. Las tentativas de experimentación de sistema económico alternativo destinadas a superar el capitalismo y la aparición de potencias emergentes dieron a a América Latina un nuevo status y una imagen en el mundo. En adelante, el continente tiene la palabra , tiene que decir y no se somete ya, al menos algunos países, al imperialismo y al néocolonialismo estadounidense y europeo. El continente lucha día tras día para conquistar su independencia económica, su “verdadera y definitiva segunda independencia” tal como lo declaraba el comandante Chavez
El camino es aún muy largo y la lucha contra los enemigos internos y externos no se hará sin daños. Las contradicciones inherentes al proceso de cambio que afecta el continente constituirán grandes retos para el futuro.
{{ {{{¿Qué retos para el futuro de América Latina?}}} }}
Las dificultades, las contradicciones y los retos permanecen al orden del día en América Latina y en los países afectados por este proceso de cambio social e histórico. En este sentido, si se quiere contribuir a hacer avanzar el proceso, si se quiere o incluso la revolución del pueblo latinoamericano profundizarse y radicalizarse no solamente para salir del sistema néolibéral sino también del sistema capitalista, es necesario asumir las dificultades, los retos y tomarlos, apropiarse de estos retos y dificultades.
Hoy día, en una situación de tanta deseperación en Europa, tendríamos la tendencia a idealizar el proceso de integración latinoamericano. Por tanto, las dificultades y las contradicciones inherentes a este proceso claramente existen. Ellas son naturales y consustanciales a todo proceso de cambio social. Los países de Nuestra América necesitan más que nunca nuestra solidaridad y de una mirada de igual a igual.
Una actitud amistosa consistiría pues en indicar los riesgos y los retos existentes sin los menores razgos del paternalismo y la arrogancia tan característicos del pasado colonial europeo. Debemos facilitar las condiciones para la profundización de las políticas para la transición hacia un nuevo paradigma post capitalista, hacia el socialismo latinoamericano del siglo XXI. La responsabilidad histórica de la izquierda europea debe ser la interpretar cuál es la necesidad a cada momento, la necesidad de solidaridad concreta, en un mundo dominado por la desinformación, y de frustrar la propaganda que se desarrolla a diario a nuestros ojos.
Nuestro objetivo es simple: Decir al mundo entero que en América Latina una revolución está en marcha. Una revolución que sí, ciertamente, presenta a veces anomalías e inconsistencias, pero que sigue siendo una revolución encaminada a cambiar el orden económico y político que destruyó, en sentido extricto del término, este continente. Una revolución que representa una esperanza y una alternativa para todos los países del Sur. Una revolución que está contribuyendo a un progreso social generalizado. En este período de crisis sistémico del capitalismo mundial, las políticas sociales latinoamericanas deberían inspirar otras partes del mundo en dificultad, en particular, Europa y a la Norteamérica de la austeridad, la precariedad y la degradación social.
Apropiarse de los retos y contradicciones de este proceso es un deber fundamental para nosotros todos. Con el fín de comprender ampliamente las características y ser así capaz de argumentar de demostrar, con bases, con conocimientos sólidos, que sí, una alternativa es posible, que sí, que la lucha contra el imperialismo y la devastación néolibéral está en marcha, para la construcción de un mundo de paz y justicia social.
Como lo vimos anteriormente, la situación y las condiciones socio-económicas en los distintos países afectados por este proceso se han mejorado ciertamente. Importantes reformas políticas se realizaron en la mayoría de estos países, favoreciendo el aumento de la participación de las poblaciones (en particular, las poblaciones indígenas) antes excluídas de la vida y la acción política y, hoy, finalmente son dueños de una “conciencia política”, permitiéndoles tener una mayor incidencia. La promoción de la interculturalidad y la plurinacionalidad han sido también un hecho!!!., como lo demuestra la instauración el Estado Multinacional de Bolivia y su nueva Constitución política. La vía hacia una nueva concepción/paradigma de desarrollo a pesar de todo comenzó, con la introducción (a nivel normativo y de los discursos) del elemento natural (el Pachamama, la madre tierra, en español) como elemento de primera importancia en las estrategias de desarrollo. Es un cambio que no debe subestimarse.
A pesar de lo que escribía Marx con respecto al vínculo entre capitalismo y destrucción de la naturaleza, las últimas experiencias socialistas no hicieron hincapié, por claras razones históricas y estratégicas, en la necesidad de colocar la naturaleza en el centro de las políticas de desarrollo. Es decir la concepción dominante seguía siendo básicamente antropocéntrica al lugar de biocentrica.
Los avances más importantes en este sentido se pueden observar en Ecuador y Bolivia, donde la introducción de los derechos de la naturaleza en la constitución representa una novedad pionera. Sin embargo, debido al estado de dependencia de la economía extractiva, estos anticipos y estos discursos permanecen en el papel. Pero al menos, se tienen encuenta se concideran.
La concretización del Proceso de cambio (particularmente, la emancipación del Sistema capitalista , la integración económica en el bloque progresista latinoamericano , la Creación de instituciones supranacionales latinoamericanas : en los sectores claves de las economías y la puestaen marcha de una estrategia económica nacional basada en la diversificación económica ) tendrá el deber llevar el discurso y sus leyes a las políticas tangibles y efectivas.
Ahora bien, como se lo dijo, todo lo que brilla no es oro. Las jerarquías y las estructuras de dominación heredados de los períodos anteriores (el período colonial y néocoloniale [1]) están aún vigentes.Como lo dice François Houtart, sociólogo belga, el proceso latinoamericano es hoy un proceso post néolibéral, lo cual es bien visible por el hecho de querer concretizar la reconstrucción del estado, recuperar los roles y liberarse de ingerencia económica del capital financiero internacional, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, actualmente, no se puede hablar de todo esto como una transformación post capitalista: los países latinos (excepto Cuba) permanecen esencialmente en una lógica organizativa de su economía que es capitalista, la explotación de la fuerza trabajo es una realidad todavía aunque, a diferencia de los países néolibérales, las políticas redistributivas mejoraron las condiciones de vida de los trabajadores. En Venezuela por el contrario, la transición fue más lejos, la profundización de la revolución bolivariana contribuyó a crear nuevas formas de organización en las empresas y municipios socialistas autogobernados.
Además en todos estos países (también en ese caso excepto Cuba y en menor medida en Venezuela) las multinacionales siguen dictando la ley, en particular, a la extracción de los recursos naturales, hidrocarburos y productos minerosprincipalmente. En Ecuador, Chevron influencia todavía en las políticas extractivas del petróleo amazónico. En Bolivia, a pesar de importantes olas de nacionalización en la industria minera e hidrocarburos, iniciada por el Gobierno Morales en 2006, las multinacionales son aún in situ( están aún presentes), potentes, agresivas como siempre, contaminando los ecosistemas y controlando las poblaciones locales. Al este del país, aún bajo el control de la oligarquía blanca del país, Monsanto dicta la ley en las inmensas plantaciones de soja. Eso no vale la pena discutir del caso de Brasil y Argentina, país aún másatrasados en estos procesos de cambio estructural.
¿Pero por qué, se pregunta mucha gente, a pesar de los discursos de los líderes politicos de estos países, el proceso sufre para ponerse en marcha? Pensamos que esta pregunta está mal formulada . El proceso no se cansa de progresar. El proceso es , por su misma etimología, algo que avanza por etapas. Eso determina contradicciones inevitables, “tensiones creativas en el seno de la revolución”, como lo afirma el vicepresidente boliviano Alvaro Garcia Linera.
Tensiones, como ya se dice, inevitables, que “por una parte, amenazan la continuación (de la revolución); del otro, permiten imaginar los medios de pasar a la etapa posterior “. Como se lo escribía en un viejo artículo de Investig’Acción[1], “para superar esta contradicción, el primer paso será la democratización y luego la apropiación por la sociedad del proceso jurídico de arbitraje. Es necesario empujar una vanguardia garante del interés común. Inicialmente, el objetivo debería ser la reducción de desigualdades por medio de una redistribución de las riquezas. La segunda etapa, constituiría la transformación progresiva del pueblo en un ente colectivo”.[2]
Estas contradicciones se señalarán tanto más en el caso de países como los latinoamericanos a en la entrada en el siglo XXI, presentan características que deben tenerse en cuenta. Bolivia, Ecuador y Venezuela, por ejemplo, fueron probablemente los países más afectados por la devastación néolibérale de América Latina,diseñado por los gendarmes del néocolonialisme occidental, el Banco Mundial y el FMI, de acuerdo con las grandes potencias occidentales. Se destruyó lo que quedaba del tejido industrial, las poblaciones indígenas fueron expoliadas de sus derechos, la pobreza se situaba en niveles catastróficos (en el 2005 Bolivia era, después de Haití, el segundo país más pobre de todo el hemisferio occidental). Una de las herencias más dolorosas del período néoliberal, de las que no se hace suficiente mención,es seguramente la total dependencia de las economías de estos países a las exportaciones de productos no acabados(en particular, petróleo bruto, productos mineros, gas y otros hidrocarburos).
Es necesario considerar también el hecho de que esta dependencia se manifiesta también del lado del conocimiento tecnológico y administrativo. Este hecho implica que en el momento de su entrada en funcion los Presidentes progresistas latinoamericanos se encontraron en un estado de total dependencia hacia los mercados internacionales y el “juego” del comercio internacional de materias primas. Estoimplica que salir de un día a otro de de este “juego” habría significado la imposibilidad, para estos países, de financiar sus políticas. sociales y de apoyar sus gastos en general. Por lo tanto, a corto plazo, el mantenimiento de vínculos de los países progresistas con el sistema capitalista internacional es una condición necesaria para su supervivencia.
El proceso de integración latinoamericano y la ruta hacia el socialismo del 21 avo siglo se inscriben en un proceso largo, complejo, empapado de obstáculos e ineluctablemente contradictorio. Es precisamentea causa de estas dificultades, que por añadidura están acompañadas de una intensificación de la máquina imperialista a escala global, que se tiene la responsabilidad de seguir y apoyar este movimiento émancipador desde nuestras realidades. Esto conciernedel futuro de todos nosotros, de todos los pueblos que luchan por la paz, la libertad y la justicia social.
Notas :
[1] http://www.investigaction.net/Bolivie-le-defi-historique-d-un.html?lang=fr
[2] A. García Linera, Bolivia, “los quatrecontradictions de notrerévolution”, de Le Monde Diplomáticos, de 2011.
Fuente : Investig’Accion


