La historia siempre nos da lecciones, 200 años después de aquella frase del Libertador Simón Bolívar “he arado en el mar” suspendida en el tiempo colgada de un portal, obtuvo una respuesta contundente en la voz de otro patriota, ese que nos aseguró de manera determinante que el tiempo de los traidores no es ahora, lo padeció Bolívar de manera implacable, pero se rompió el maleficio, con la tremenda corriente de amor que de forma vertiginosa, nos envolvió como un lanza llamas, como un torbellino, como un huracán de pasiones que brotó de un ser especial, con talante de Elegido, en el espíritu guerrero de Hugo Chávez Frías, en el sitial de los inolvidables, de los eternos, de los inmortales que se ríen a diario de los equivocados, de los mercaderes, de los confundidos, de los traidores, de los subyugadores… ??
Ese guerrero que tomó la espada de Bolívar en estos tiempos, se guardó al pupilo con celo, o lo identificó en la conveniencia del momento; lo fue formando a su lado, no le insistió en los títulos de los doctores, ni en la postura del sabelotodo, tal vez intuyendo la levedad del ser, lo encaminó por el mundo mostrándole cada detalle, cada personaje , tal vez convenciéndolo del reto de atreverse a una diestra manera de conducir el carruaje de la patria.
??Nunca el padre es igual al hijo, lo importante es el legado, su continuidad genuina, el proyecto a largo plazo y su preservación contra viento y marea. Así debe haber ido modelando Bolívar a un hombre de la talla de Antonio José de Sucre, certificando a diario la comprensión absoluta de la filosofía que sustenta la Libertad del ser, la importancia del colectivo representado en nuestros pueblos, identificando a la vez la pasión, la paciencia, la humildad y el coraje para no dejarse vencer. Los enemigos también lo identificaron, lo marcaron y lo sentenciaron para evitar la continuidad del Proyecto unitario gran colombiano. ??
Así asestaron un puñal al corazón de Nuestro Libertador, así sellaron la ruptura de la unidad de las nuevas repúblicas, dejando suspendido en el tiempo el movimiento libertario de estos pueblos , caracterizados por una fusión extraordinaria de africanos, indígenas y criollos tropicalizados de ascendiente europeo, que formaron una amalgama especial, con un toque picante de insurgencia.??
La habilidad del Comandante Chávez, siempre sometida a toda prueba, colocó en el tapete una instrucción, en el corazón de los venezolanos un profundo compromiso sellado con el amor y por caminos del mundo, un ejemplo de grandeza y trascendencia más allá de la muerte física. El elegido para continuar su legado sorprendió a todos, sin duda alguna, pero jamás desconcertó a su pueblo, porque no hubo lugar para la duda: no hubo palabra que no cumpliera, no hubo silencio ni entrega ante las injusticias, no le cedió un trazo al imperialismo y su canto a la patria aún resuena entre la ventolera de la patria, es decir, no hubo lugar para la duda.??
El día de la celebración del triunfo de Nicolás Maduro en el lugar común, la ausencia del Comandante Eterno provocó un río de lágrimas incontenible, nadie podía calzar los zapatos del líder, como sucede en cualquier familia donde el padre es arrancado por las garras de la muerte y queda un hijo al frente para la continuidad. Ese hijo tuvo la libertad de no asumir su lugar, el miedo es libre, pudo darle más peso a la preservación de su vida, ahora bajo la amenaza de un implacable enemigo de la talla de un imperio, como todos, maléfico, avasallante, que no le daría respiro ni por un instante, en lo sucesivo. Pero estaba allí, casi sin que pudieran brotarle las palabras, estaba de pié frente a la multitud, con el luto compartido, con el dolor a cuestas, pero siempre de pié, quizás no tan elocuente, sin voz de trueno, con la postura de quien se va aproximando poco a poco al mayor de los desafíos en su carrera política, por caminos de fieras, testigo en mano, alistado a cumplir con la instrucción encomendada. Esa noche me enfoque en su mirada para llegarle al alma: una mezcla de incertidumbre y reto parecía embargarlo, y no era para menos.??
Hoy día, con el balance de una guerra sin cuartel, reitero mi consideración y mi respeto a quien se atrevió a aceptar el reto de la tarea encomendada: contradicciones internas y externas por sobrellevar, enemigo implacable que ataca sin descanso, y millones de miradas sobre todos sus movimientos, unas para destrozarlo de una vez o poco a poco, otras para minusvalizarlo, junto a MUCHAS cargadas de esperanza pidiendo a gritos ¡Nicolás resiste! Dale que tu puedes, que tu pueblo sencillo sabe que no eres perfecto y al igual que nuestro comandante, podrás ser alumno sobresaliente en la escuela de La Revolución Bolivariana si así te lo propones.??
No es la injuria lo que une, mucho menos en un proceso de transición de apenas 20 años y donde falta mucho camino por andar para llegar al socialismo. A unos pasos de la despiadada intención de una invasión, nos queda ser impecables con nuestro lenguaje, evitar los juicios implacables y conminar a los nuestros a ser HONESTOS, CUMPLIR A CABALIDAD CON UNA PRÁCTICA ANTI-GUISO, A SER probos, asumir los valores éticos como nuestro estandarte y cumplirle a la Patria poniéndonos al servicio desinteresado de esta causa, para mantener y enriquecer el legado de nuestro Comandante Eterno para el bien nuestro y de la Patria Grande, para ejemplo en el mundo de los pueblos de Paz que no se dejan vencer ante la bota del imperio.??
Cuidemos al Sucre que en esta época, llegó con vida a continuar la gesta heroica de una Patria llamada VENEZUELA, EN LA COMARCA LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA CUYA LUCHA NO QUEDÓ NI QUEDARÁ DE NUEVO SUSPENDIDA EN LA HISTORIA! Venceremos!?
Por: Obdulia Molina
Caracas, jueves 12 Marzo 2015
Fuente: Investig’Action
