Hoy, jueves 1ero de septiembre, la oposición venezolana convocó una manifestación llamada la «Toma de Caracas». Si bien la derecha la presenta como un acto pacífico, muchos venezolanos ven en ella un intento de destabilización del gobierno bolivariano. Nuestro coresponsal en Caracas, Jean Araud, nos explica cuáles son los verdaderos objetivos de la oposición venezolana.
Varios grandes medios internacionales difundieron últimamente noticias con grandes titulares anunciando lo que la oposición venezolana bautizo con la “Gran toma de Caracas” para este jueves 1º de septiembre.
Una vez más, estos medios se dedicaron en cambio de información, a desinformación, manipulación e intoxicación de sus lectores para sembrar una matriz de opinión internacional adversa al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Si sus lectores pueden ser victimas de mentiras y manipulaciones mediáticas, no es el caso de la mayoría del pueblo venezolano que es testigo presencial de las realidades.
Así que, desde Caracas, en el día D de la “Gran toma de Caracas” por la oposición venezolana, bien vale la pena de hacer una pequeña síntesis de las realidades.
Desde meses los medios antes citados difundieron “grandes manifestaciones del pueblo en contra del Presidente Maduro”. Mentira. Utilizaron la técnica fotográfica de “plan cerrado” y reportes manipulados por sus informantes para presentar supuestas multitudes. La realidad es que en los últimos meses las manifestaciones de apoyo a Maduro han sido incomparablemente más importantes en frecuencia y participantes que algunas que otras pequeñas manifestaciones de opositores.
Cuando la oposición venezolana anuncia la “Gran toma de Caracas” de forma pacifica, salvo los lectores internacionales victimas de mentiras, nadie en Venezuela puede creer tal “gran toma”, ni siquiera los mismos opositores, porque han comprobado por ellos mismos que desde hace mucho tiempo tienen poca capacidad de convocatoria en la calle.
Solo pueden pretender tomar algunas de sus urbanizaciones elegantes de clase alta y media alta, pero en cuanto a sectores populares que agrupan la inmensa mayoría de la población saben que nunca han sido ni serán bienvenidos.
Desde el año 2002, la oposición venezolana para hacerse del poder intentó obligar a sus Présidentes a renunciar, en su época Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro. Y obligarlos por la fuerza, es decir técnicamente, mediante golpes de estado, única definición aplicable en estos casos.
En cuanto a la definición de “forma pacifica”, los antecedentes de la oposición permiten dudar seriamente de tal propósito pacifico. Recordemos que en Abril 2002 realizaron una “marcha pacifica” que concluyó con la detención y deportación del Presidente Chávez, y varias víctimas. También recordemos un “golpe petrolero” y otro “golpe empresarial” que paralizaron el país y produjeron pérdidas económicas gigantescas para la Nación.
Posteriormente, la oposición recurrió a la técnica de las siniestras “guarimbas”, es decir trancas de avenidas de forma violenta acompañadas de sabotajes y actos criminales, con un saldo de varias decenas de víctimas.
De hecho y en este presente caso de la “Gran toma de Caracas”, algunos indicios permiten de dudar también de sus intenciones pacíficas. Por ejemplo un opositor declarando sobre “muertos inevitables”, un importante grupo de paramilitares capturados estos días en Caracas y otro opositor detenido con detonantes para explosivos. En este último caso, un opositor residenciado, entrenado y financiado en los Estados Unidos.
Así entra en escena Estados Unidos, que quizás es el actor más siniestro de esta confrontación interna en Venezuela entre sus ciudadanos opositores y otros ciudadanos fieles a la propuesta revolucionaria y socialista de Hugo Chávez, un legado que ahora mantiene fielmente su sucesor.
Estados Unidos participó activamente en todos los golpes anteriores, financia abiertamente la oposición venezolana y con una frecuencia puntual emite declaraciones oficiales adversas a las autoridades venezolanas, a veces desde Washington pero otras veces también desde su Comando Sur militar encargado de vigilar el Continente Sur Americano.
A los Estados Unidos es probable que no le importe mucho los venezolanos sean revolucionarios o opositores sino que más probablemente añora otros tiempos cuando se beneficiaba de los recursos petroleros venezolanos, en calidad de exclusivo destinatario y casi gratuitamente.
En víspera de la “Gran toma de Caracas” llama también la atención la agresividad en las redes de los opositores con adjetivos tan despectivos, groseros y vulgares que la más mínima educación no permite de reproducir en estas líneas. Claro, solo son opositores agresivos desde el confort de sus residencias y escondidos detrás de correos electrónicos, Twitters y otros WhatsApp, opositores que probablemente el 1º de Septiembre no aparecerán en las calles caraqueñas.
La premonición es un arte difícil, venturoso y a veces pretencioso. Es más fácil comentar los resultados de un evento deportivo que pronosticar del resultado de un partido.
Pero frente a un diluvio de preguntas de “que puede pasar el 1º de septiembre en Caracas”, que contestar tomando el riesgo de equivocarse.
. La oposición venezolana no está en capacidad de lograr ninguna “Gran toma de Caracas”. Probablemente realizará en sus sectores algunas concentraciones, buenas fotos en plan cerrado que difundirán algunos grandes medios internacionales como “pruebas del descontento del pueblo venezolano contra su Presidente”. También probablemente no faltarán imágenes de las fuerzas del orden público para alimentar la matriz de opinión de “un gobierno dictatorial”
. Al amanecer del día después, el 2 de septiembre, seguirá igualita la perversa campaña mediática internacional contra Venezuela y su Presidente.
. Es probable que en realidad la “Gran toma de Caracas” la realizarán los sectores revolucionarios en apoyo al Presidente Maduro. Es decir la Plaza Bolívar, la Avenida Bolívar y las adyacencias al Palacio Presidencial. Y en cantidad de participantes esta manifestación se puede predecir como más consecuente que la anterior. Pero… estas imágenes serán reservadas al pueblo venezolano porque es dudoso que los grandes medios internacionales las difundan a sus lectores.
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Como de costumbre, basándonos en casi dos décadas de experiencia, este 1º de septiembre asistiremos a manifestaciones con por un lado participantes agresivos y frustrados por sus años de golpes fracasados y por otro lado participantes con sus cantos y sus bailes propios a la esencia del pueblo venezolano que en este caso solo aspira a la paz y a un nuevo mundo posible.
. Si los puntos anteriores pueden ser las grandes líneas premonitorias, no se puede desgraciadamente descartar algunos anuncios opositores de “muertos” porque esto ha sido, es y será siempre una de las funestas tácticas de la oposición: producir muertos y responsabilizar de los mismos las autoridades sino directamente al Presidente. Tampoco no se puede descartar alguna tentativa de atentados, otra de las tácticas opositoras. Esperamos que nos equivoquemos.
Para ganar la Asamblea Nacional en diciembre pasado, la oposición logro engañar con cantos de sirenas parte de un electorado desestabilizado por una escasez alimentaria inducida y la promesa que para votar haría su “ultima cola”. Ocho meses después, Asamblea Nacional ganada, la oposición no logró ninguno de sus propósitos anunciados. Ni tomó la presidencia, ni el Presidente renunció, las colas para comprar alimentos siguen iguales y ningún maleante preso se ha beneficiado de una pretendida “Ley de Amnistía” bautizada por el pueblo como “Ley de Amnesia”.
La Revolución Bolivariana, en su ingenuidad de juventud, se dejó sorprender por varios golpes, de estado, petrolero, empresarial y guarimbas. Esto ya pasó a la historia. Con esta experiencia adquirida es dudoso que se deje nuevamente sorprender tan fácilmente y hoy por hoy Venezuela cuenta con nuevos organismos de seguridad, de inteligencia y de mantenimiento del orden público bien entrenados y capacitados para enfrentar actividades de desestabilización con firmeza al mismo tiempo que democráticamente apegados a las leyes y la Constitución.
Esto, los cuerpos de seguridad del estado lo demostrarán el 1º de septiembre.
Lo que si sorprende y difícil de entender es cómo la oposición venezolana parece ignorar las realidades del pueblo venezolano al punto de pretender una “Gran toma de Caracas”. El espacio geográfico de esta oposición se sitúa en buenas urbanizaciones de la zona Este de Caracas, sus clubes privados y buenos restaurantes cuando no es Miami, Nueva York, Madrid, Paris o otras capitales para hacer sus compras exclusivas.
Quizás por esto no tiene muchas ideas de lo que piensan y viven sus conciudadanos más humildes que conforman la gran mayoría del pueblo de su proprio país. Quizás por esto no saben lo que piensan los ciudadanos de a pie de la responsabilidad de una escasez inducida de alimentos o de los actuales altos costos generados por especuladores y manipulación cambiaria generada desde Miami.
Las respuestas la pueden tener escuchando este pueblo que se manifestará el 1º de septiembre en las calles de Caracas.
También escuchando con atención sus conciudadanos del pueblo, la oposición podría darse cuenta que la memoria y el legado de Hugo Chávez son algo más que simples palabras y en este caso hablamos de conciudadanos porque en un escenario de tentativa de golpe de estado el término de compatriotas parece fuera de lugar.
El 3 de septiembre, volveremos con información veraz del día D de la “Gran toma opositora de Caracas” y noticias del día después.
Fuente: Investig’Action
