La reforma laboral urdida en Brasil es contra los trabajadores mismos. Pero ha sido anunciada como necesaria para mejorar el mercado de trabajo y la inclusión social, principalmente en las áreas de más baja renta. Una falacia. ¿Por qué?
Porque esa reforma fue pensada por los dirigentes de la OCDE, con aprobación del FMI, para países como España, entre otros, cuyas realidades nada tienen que ver con la nuestra, a no ser en un punto: tanto allá como acá los Estados están bajo la dictadura del capital financiero y del pensamiento único.
La Reforma Laboral en España, promulgada en 2012, en plena recesión, pasados cinco años se puede verificar que en nada contribuyó para el desarrollo, y al contrario de los objetivos anunciados, solo empeoró la vida del pueblo español y mejoró sensiblemente la vida de la minoría rica, principalmente los rentistas.
Fue aprobada con el argumento de que era necesaria para dar más flexibilidad a las empresas en el mercado global, garantizar los empleos y estabilizar los sueldos y salarios. Pero había un objetivo implícito, que la gente pudo sentir después : la reducción de los sueldos principalmente de aquellos que han perdido su trabajo.
Y ahora dicen que aún es necesaria una nueva reforma laboral para darle más competencia a las empresas que compiten en la OCDE. Eso dice la derecha.
Peor en Brasil, por la crisis moral
Hay que recordar como fue la campaña en España para hacer creer a la población que se trataba de la recuperación del mercado de trabajo, que era la única alternativa contra el desempleo creciente. Hay otra falacia que el pueblo está constatando fácilmente. El capital financiero, es decir, el gobierno de la banca, no genera empleo.
En Brasil la situación es mucho peor que en España. Todas esas mal llamadas reformas (reforma laboral, reforma de la previdencia) abertura y desprecio por la soberanía, acompañada de una crisis política de las más graves por la absoluta falta de líderes y de propuestas alternativas, amén de una increíble pasividad del pueblo. Pasividad consecuente, ciertamente, de la cooptación e/o traición de los dirigentes sindicales e de las organizaciones dichas de izquierda. Ya de la socialdemocracia no se podía esperar nada diferente.
Aquí las maldades y el poder de la derecha predadora van creciendo amparadas en una más intensa campaña diversionista. Lo que hacen los medios es puro diversionismo. Todo es como un balón de ensayo. La gente se distrae mientras ellos avanzan contra los derechos universales y las conquistas laborales.
Recordemos. Durante una semana solo se habló de Zé Dirceu, hasta lograr encarcelarlo; después, solo se habló de Dilma, hasta lograr destituirla. Hubo un intervalo en que se habló un poco de Aécio Neves. Pasaron meses en los que solo se ha hablado de Temer, hasta que hoy fue superado por un hecho mayor (o igual), pues de nuevo solo se habla de Lula.
A este quieren desangrarlo, lentamente, hasta lograr encarcelarlo. Entonces nadie más hablará de eso. Ahora ya no se habla más de Dilma ni de Aécio. Van para el cementerio mediático, a no ser que vuelvan a ser interesantes (para ellos). Es así cómo actúan los medios, voceros de la dictadura del capital financiero y del pensamiento único.
Mientras tanto, la nación se desangra
No hay solución que pueda venir de los banqueros, ni de los latifundistas predadores del agro-negocio.
Exportando granos y minerales podemos llegar a ser un país rico. ¿Rico? Sí, con un 10 a 20 por ciento de la población con elevado poder adquisitivo, léase alto poder de consumo, y un 1 por ciento de millonarios entre los más ricos del mundo. Exportaremos minerales y granos y compraremos todo lo que se necesite para el consumo, incluso los bienes de primera necesidad. Esa es la lógica del sistema colonial desde hace 500 años de historia.
La primera consecuencia es el aumento de la violencia. Violencia oficial, es decir, la violencia del Estado, cada vez más militarizado, para mantener la “tranquilidad social” en las áreas urbanas; la violencia del Estado en apoyo a la violencia intrínseca a la expansión de la frontera agrícola, la masacre diaria que se ve de las poblaciones indígenas, ribereñas, quilombolas. La violencia social en una sociedad enferma. Sociedad en un surco psicótico que ve a su semejante como a un potencial enemigo. El ser humano que dejó de ser un ser social.
Año tras año batimos récords en la producción de granos y de minerales. Pero quien pone los precios de las commodities son las bolsas controladas por grandes monopolios. Los productores ganan dinero y lo aplican en el casino global o lo mandan al exterior. No hay inversión en la producción interna.
Bajo ese modelo, 2015 fue un año más de recesión, de regresión del PIB, que disminuyó en un -3,8%. Con eso hubo la perdida de casi dos millones de empleos, con un desempleo que hoy está en 14 millones. Eso sin contar la capa social que desistió de buscar empleo, lo que eleva esa cifra a cerca de 20 millones.
Y hay los 40 millones de personas que están en el límite de la pobreza extrema, recibiendo una cuarta parte del salario mínimo a través de los programas sociales. Programas en la mira de la derecha que no admite que se gaste dinero en la gente. Contando el trabajo informal y los que viven a costa de los padres jubilados (Hay municipios enteros cuya renta es fundamentalmente del sueldo de los jubilados), tenemos a 100 millones, poco menos de la mitad de la población. ¿Qué país es este?
Según el IBGE, con la reducción del PIB, el salario promedio del trabajador cayó en un 3,2 con relación al año anterior. Eso significa, según los expertos universitarios, 78 mil millones de reais que dejaron de entrar en la economía, o en consumo como ellos prefieren (OESP-14/7/17, pag.B2).
Para este año, la previsión es que el PIB se mantenga cerca del cero (0,2 o 0,3). Paralelamente la deuda pública bruta que estaba en torno del 60% del PIB llegó hoy a 90% y es creciente. Y los gastos públicos están congelados por 20 años.
Dilma, Lula o PT, Fernando Henrique, Alckimin o PSDB, Temer y el bajo clero, es decir, los parlamentarios conducidos por dinero o cargos, la corrupción y los escándalos mediáticos, todo eso pierde importancia. Puro diversionismo.
Quien manda son los bancos y la banca necesita cada vez menos gente, con el desarrollo de la banca digital. Hoy mismo el Bradesco, segundo mayor banco privado del país, anunció un plan de demisión voluntaria para 10 mil funcionarios. ¿Donde habrá que emplear a esa gente?
Reforma Laboral en España
Solamente en 1980 los trabajadores lograron una ley que mínimamente los protegiera: el Estatuto de los Trabajadores, pero no duró mucho… En el 2010 el gobierno de Zapatero ya señalaba que era necesario reformar el sistema y de hecho empezaron algunos cambios.
En 2012 se les vino encima la reforma laboral que, según dicen, está inspirando la reforma conducida en este momento por el gobierno ilegítimo de Michel Temer en Brasil.
Mariano Rajoy, presente en la reunión del Eurogrupo en Bruselas en febrero de 2012 fue sorprendido admitiendo que la reforma laboral le costaría una huelga general, tanta es la agresividad de las medidas que adoptarían.
El decreto-ley 3.2012 es del 10 de febrero, con la justificativa de que “Este real decreto-ley pretende crear las condiciones necesarias para que la economía española pueda volver a crear empleo y así generar la seguridad necesaria para trabajadores y empresarios, para mercados e inversores (…palabras del Rey en el largo preámbulo…) El Gobierno encarna y sirve a los intereses generales y tiene la obligación de garantizar y satisfacer los intereses de todos aquellos que estén buscando un empleo. La reforma propuesta trata de garantizar tanto la flexibilidad de los empresarios en la gestión de los recursos humanos de la empresa como la seguridad de los trabajadores en el empleo y adecuados niveles de protección social. Esta es una reforma en la que todos ganan, empresarios y trabajadores, y que pretende satisfacer más y mejor los legítimos intereses de todos.”
Lo que queda claro en todo ese proceso es que la reforma se hizo por demanda, por no decir la exigencia, de la OCDE con el pretexto de modernizar las relaciones laborales. Por eso fue aplaudida por el FMI.
Vean si no es igual la brasileña
En resumen, puesto que la ley tiene 64 páginas, la Reforma Laboral española plantea:
- Flexibilidad en la negociación colectiva, reducción de las indemnizaciones por despido, supresión de la presencia del sindicato en los despidos y de autorización de la autoridad.
- El empresario podrá suspender el contrato de trabajo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Facilita también el despido colectivo.
- Que se dé mayor prioridad a los convenios colectivos a nivel de empresas en detrimento de los convenios sectoriales. El tiempo de la jornada será negociada entre la empresa y los representantes de los trabajadores, y también las condiciones de trabajo.
- Rebaja de los sueldos de los que ganan por encima de los convenios colectivos. Para preservar el empleo, posibilidad de reducciones temporales de salario o de jornada y facilidad para los despidos.
- Regulación del trabajo a tiempo parcial admitiendo la realización de horas extraordinarias con vistas a facilitar la contratación en las pequeñas y medianas empresas.
- La tercerización se hará exclusivamente por empresas de trabajo temporal.
- Los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que los que prestan sus servicios en el centro de trabajo de la empresa
- Parte de la indemnización que corresponda al trabajador despedido será objeto de resarcimiento al empresario por el Fondo de Garantía Salarial.
- Contener la expansión del gasto público por la necesidad de reducir el déficit público.
Son medidas relacionadas con la competitividad, productividad y organización técnica o del trabajo en la empresa. Todo fue pensado para que las empresas puedan ahorrar costes, en otras palabras, aumentar las ganancias a costa de los trabajadores.
Para alcanzar los objetivos de la reforma laboral, la OCDE requiere reformas en la educación secundaria y superior, con énfasis en la formación profesional. Ofrece deducción fiscal para fomentar el empleo juvenil.
Los resultados visibles, según datos oficiales: la tasa de desempleo que era 24,8% bajó al 18,5% en cinco años. Es temerario afirmar que la tímida recuperación del desarrollo économico se debe a la flexibilización del trabajo. ¿Será que no ocurriría sin la ley de 2012?
Si eso es positivo, deja de serlo al ser comparado con la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. Según el Instituto Nacional de Estadística hubo una rebaja de 788 euros brutos al año en la remuneración del trabajador. Ninguno de los desempleados que volvió a trabajar logró ni siquiera el mismo sueldo que percibía antes. Es fácil imaginar los efectos que eso produce en la calidad de vida, puesto que está asociado a la perdida de otros derechos sociales que eran garantidos por la legislación laboral anterior.
La reglamentación del trabajo temporal, según expertos, como Sandalio Gómes, profesor del IESE Business School, transformó España en “una máquina de hacer y deshacer contratos”. El empleo temporal oscila conforme la economía vaya bien o va mal y eso es así siempre en todos los países. Entonces no se sostiene el mito de que los contratos temporales mejoraron o mejorarán los niveles ni la calidad de los empleos.
En el inicio de julio, según un cable de la agencia EFE, Unai Sordo, el nuevo secretario general del poderoso CCOO – Confederación Sindical de Comisiones Obreras, está exigiendo del gobierno de Mariano Rajoy el cambio del modelo de relaciones laborales para superar el marco actual que favorece la contratación precaria y temporal. La CCOO también denuncia la resistencia empresarial a trasladar a los salarios la mejora de la situación económica de las empresas (http://www.ccoo.es/).
En diciembre del año pasado, el legislativo, propuesta del Psoe, Podemos PNV ERC, Compromís y Bildu intentó derogar la reforma de 2012 y aprobar un nuevo estatuto de los trabajadores. Claro que no lo logró, ya sea por el apoyo de la mayoría del Congreso, ya sea por las manifestaciones del FMI a favor del perfeccionamiento (para peor, claro) de la reforma. La derecha insiste que es necesaria para el crecimiento.
Este año es Mariano Rajoy quien se está rebelando contra las medidas con el apoyo de los sindicatos. La primera lección es que no trajo estabilidad ninguna a España en esos cinco años desde que entró en vigor. Y también que si se cambia el gobierno (para mejor) se pueden cambiar las leyes.
Ante todos esos hechos y argumentos regresamos a la realidad brasileña. “Estábamos al borde del abismo y dimos un paso hacia delante”, dijo uno de los dictadores bolivianos al servicio de las oligarquías y de las empresas mineras. Es lo que se está haciendo aquí en Brasil.
La única salida es un amplio frente de salvación nacional en torno de un proyecto de desarrollo sustentable, que empieza con la recuperación del sector industrial y poniendo énfasis en grandes obras de infraestructura, valorando sobretodo la educación y la salud del pueblo. ¿Quién lo hará y cómo? Es la pregunta que nadie aún osa responder. Quizás la tercera o cuarta generación. Ojalá.
*Paulo Cannabrava Filho es Editor de Diálogos del Sur
Fuente: Revista Dialogos Del Sur