Los iraníes escriben su historia

La muerte de una joven detenida por la policía de la Moral ha desencadenado una ola de protestas en Irán. Y una enorme ola de apoyo en Occidente. Pero, ¿se preocupan realmente las potencias occidentales por el pueblo iraní?


 

Una historia trágica

 

En enero de 1979, con la revolución iraní en ciernes, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Alemania Occidental se reunieron en Guadalupe. Una parte importante de las discusiones fue sobre Irán. No se podía permitir que se desencadenara una guerra civil que pudiese llevar a una petición de ayuda a la Unión Soviética. Se le aconsejó al Sha que abandonara el país rápidamente. [1]  Había sido un aliado de Occidente y había gobernado Irán con mano de hierro desde 1941.

Los estadounidenses querían evitar a toda costa que el partido comunista iraní llegara al poder, lo que habría favorecido a la URSS, que habría obtenido acceso al océano Índico y a contratos petroleros. [2] Islamistas en lugar de comunistas: la administración Carter reconoció el nuevo régimen del Ayatolá Jomeini en menos de 48 horas.

A finales de octubre de 1979, el asilo ofrecido al Sha por Estados Unidos desató la furia de los estudiantes islamistas. La embajada estadounidense en Teherán fue asaltada y su personal retenido como rehén. Comienzan las sanciones de Estados Unidos.

Estados Unidos congeló 12 mil millones en activos financieros en poder de Irán. También se impuso un embargo a la venta de armas a Irán, así como la prohibición de conceder créditos financieros a este país.

En 1980, un año después de la revolución, Irán fue atacado por Saddam Hussein.

Estados Unidos y sus aliados reaccionarios de Oriente Medio, especialmente Arabia Saudí, empujaron a Irak a atacar a Irán. Temían que la revolución nacionalista inspirara a otros países de la región. Más tarde, Saddam admitiría que había cometido un error estratégico al involucrarse en este conflicto, que iba a durar 8 años. Washington quería ver a los dos enemigos debilitados. El Secretario de Estado Henry Kissinger dijo: “Dejemos que se maten entre ellos”.

En 1995, Estados Unidos puso en marcha un embargo petrolero contra Irán, y luego un embargo económico, prohibiendo todo comercio con Irán.

En 2004, la administración estadounidense prohibió la cooperación científica con los investigadores iraníes.

En 2006, Estados Unidos endureció las restricciones a los servicios financieros prestados por los bancos estadounidenses a Irán.

Por su parte, la Unión Europea prohibió en 2012 la importación de petróleo y gas producidos por Irán, así como la exportación a este país de materiales mineros, metales preciosos y equipos navales. Congeló los activos financieros iraníes. Prohibió la entrada de carga aérea procedente de Irán, así como el comercio de piezas de repuesto y servicios de mantenimiento para aviones iraníes.

En 2019, el gobierno estadounidense introdujo nuevas sanciones dirigidas, entre otras cosas, a los últimos ingresos del Banco Central de Irán, pero también al Fondo Nacional de Desarrollo.

En marzo de 2020, en el contexto de la pandemia de coronavirus, Irán pidió a Estados Unidos flexibilizar las sanciones para defenderse de la epidemia. Los Estados Unidos se negaron. [3]

 

Situación complicada

 

Desde hace varios años, Irán atraviesa una profunda crisis económica y medioambiental. La pobreza, la precariedad de los trabajadores, la inflación y la difícil situación provocada por el gran número de refugiados afganos. Se multiplican las huelgas y las protestas.

La situación medioambiental es peor. Irán está experimentando una fuerte sequía. Los ríos se están secando, las capas freáticas se están agotando. Regiones enteras carecen de agua. La ciudad de Ahvaz se vió privada de agua en el verano de 2021 y allí estallaron disturbios contra el gobierno. Las crisis socioeconómicas y socioambientales se acumulan y se agravan mutuamente.

La razón de la difícil situación de Irán está relacionada con un sistema económico ineficaz, pero más aún, con las sanciones y medidas unilaterales impuestas por Estados Unidos contra el país. Esto viola el derecho internacional y los principios de los derechos humanos.

El 16 de septiembre, la muerte de la joven iraní Masha Amini, en circunstancias poco claras, tras ser detenida por la policía de la Moral por llevar el velo indebidamente, provocó manifestaciones en las principales ciudades del país. Las protestas eran contra el uso del velo impuesto a las mujeres y, más ampliamente, contra el régimen.

 

Hipocresía

 

Las manifestaciones provocaron una campaña en la prensa occidental en apoyo de las mujeres iraníes. Los cortes de cabello, las lágrimas y la sensiblería ocuparon los titulares.

Recordamos la hipocresía de la campaña “por las mujeres afganas” (lágrimas y emoción) en 2001. El resultado fue una ocupación del país durante 20 años y un lamentable abandono por parte de Estados Unidos en 2021. Las lágrimas y la sensiblería han sido casi inexistentes para las mujeres palestinas o yemeníes, por ejemplo.

Después de varias guerras “humanitarias” que han provocado sistemáticamente la demolición de Estados, infraestructuras y la desgracia de los pueblos, después de décadas de sanciones contra Irán, los países miembros de la OTAN y Estados Unidos en particular no están en condiciones de derramar una lágrima “por las mujeres iraníes”.

La caída de la República Islámica, el debilitamiento del país y, finalmente, el alineamiento de la política iraní son, obviamente, los objetivos de las sanciones occidentales. Irán produce una gran parte del petróleo que consume China y el crecimiento chino es temido por Estados Unidos. Poner sus manos sobre Irán permitiría a Estados Unidos frenar el desarrollo de su principal competidor económico.

Pero no se trata sólo de China. Irán también está construyendo relaciones con países emergentes como India y Brasil, así como con Rusia, para formar un bloque contra la hegemonía de Estados Unidos. También apoya a Hezbolá, Hamás y Siria, que se oponen a Israel, el gendarme estadounidense de Medio Oriente.

El gobierno iraní y sus grandes reservas de petróleo desempeñan un papel importante en la transición de un mundo unipolar dominado por Occidente a un mundo multipolar en el que los países del Sur también tendrán voz. [4]

En este contexto, la reivindicación de la causa de las mujeres iraníes es una bendición para Estados Unidos y sus aliados. En sus neocolonias, las potencias occidentales se preocupan muy poco por la democracia, los derechos humanos y la causa de las mujeres. Les interesa sobre todo que los países estén alineados con ellos y abiertos a las multinacionales.

Los hombres y mujeres iraníes están escribiendo su historia, sería indigno impedírselo.

 

Notas:

[1] Babak Ganji, Politics of Confrontation: The Foreign Policy of the USA and Revolutionary Iran, I.B.Tauris, 28 de abril de 2006, 328 pp.

[2] Yvonnick Denoël en Guerres secrètes au Moyen-Orient (Ed. Nouveau Monde, 2019)

[3] China proporcionará ayuda humanitaria a Irán.

[4] Gregoire Lalieu, La stratégie du chaos – Entretiens avec Mohammed Hassan, Editions Investig’Action.

 

Traducido por Edgar Rodríguez para Investig’Action

Foto de portada: Manifestación de apoyo a Irán en Ámsterdam. (PersianDutchNetwork – CC 4.0)

Fuente: Investig’Action

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