Este domingo 8 de enero de 2023, dos años después del ataque al Capitolio en Washington DC, presenciamos con estupor cómo esta vez fue Brasilia, la capital administrativa de Brasil, la que fue atacada por los bolsonaristas. El Congreso, el palacio presidencial y el Tribunal Supremo fueron invadidos por cientos de partidarios de Bolsonaro. ¿Cómo interpretar este ataque a la democracia? ¿Cuál es el papel del ex presidente y de los medios de comunicación capitalistas en este suceso? Al respecto, entrevistamos a Raísa Inocêncio, investigadora en filosofía decolonial y activista de izquierdas.
¿Era evitable esta triste jornada de atentados contra instituciones brasileñas? ¿Existe el riesgo de que se repita?
Hay varios elementos de contexto que conviene aportar de antemano. Bolsonaro ha perdido el control de la gente sobre la que tenía influencia. Pero hay que subrayar que nunca admitió la derrota, no reconoció que había perdido las elecciones. Más de una vez incitó en sus vídeos a organizar el caos en caso de derrota en las elecciones presidenciales. ¡Esta fue la mayor manifestación que Bolsonaro inició y el daño es enorme! Bolsonaro ha huido a Estados Unidos, a Miami. Genera un estado de confusión al disculparse, diciendo que él no es el organizador de este caos, pero al mismo tiempo, su asesor de seguridad estaba presente en Miami con él en el momento de los hechos. ¡En Brasil todo el mundo sabe que Bolsonaro es culpable! Ayer Bolsonaro decía que estaba en el hospital pero las informaciones del hospital lo contradecían.
Como hemos visto durante varias semanas, grupos de aficionados al fútbol han conseguido impedir los cortes de carretera que intentan instalar los bolsonaristas. También hay planes para atacar refinerías. Los bolsonaristas están ocupando los campamentos de las fuerzas armadas y los aficionados al fútbol, especialmente del Atlético Mineiro, que ya se han organizado para impedir los bloqueos de carreteras por parte de los bolsonaristas, se les oponen. Les han dado un ultimátum para que abandonen los campamentos militares.
¿Puede dar detalles sobre esta organización militante de aficionados al fútbol? No todos son necesariamente de izquierdas…
Los seguidores del Atletic Mineiro iban en un autobús a un partido, pero fueron bloqueados por los bolsonaristas. Salieron a despejar el camino para ir al partido. Al principio no había motivaciones de derechas ni de izquierdas, a mucha gente no le gusta Lula, pero sobre todo por la propaganda de las televisoras, y de los medios de derechas que lo presentaban como el peor presidente del mundo, cuando es claramente el mejor presidente que ha conocido Brasil. Pero el ataque de este domingo va mucho más allá de Lula. ¡Es la nación brasileña, la imagen de la república, la democracia la que está siendo mancillada!
No podemos aceptar que la gente invada el Congreso y destruya todo a su paso. Incluso hubo un idiota que se cagó en una obra de arte del palacio. Todo el mundo esperaba lo peor con Bolsonaro, no era para nada un riesgo secreto, estaba realmente orquestado. Hay mucha información y es muy reciente, pero han aparecido imágenes de policías observando pacíficamente el ataque, haciendo fotos o comprando bebidas durante el ataque de los bolsonaristas.
Los principales medios de comunicación ya están haciendo la comparación con el atentado del Capitolio, ¿es comparable, en su opinión?
En EEUU invadieron un edificio y no destruyeron nada, creo. ¡Aquí invadieron tres! Además de eso, robaron discos duros de agencias de inteligencia del gobierno, archivos que pueden acusar a Bolsonaro. Robaron cuadros famosos. Sólo hablar de ello me estremece, te imaginas a fascistas amenazando tu país, robando obras de arte. Al mismo tiempo, tengo confianza porque creo que la gente va a reaccionar y espero que toda la población entienda que Bolsonaro es un fascista violento, extremadamente peligroso. Como brasileña, no puedo entender cómo la gente apoya a Bolsonaro, es un caso de psiquiatría colectiva.
¿Cuál es el papel y la responsabilidad de los medios de comunicación que (al menos en Francia y Bélgica) en cada artículo sobre Brasil hablan de Lula como acusado y luego puesto en libertad, sin explicar nunca el contexto de su condena? Este discurso, ¿no favorece la comunicación dirigida a hacer creer que Lula es corrupto y que su victoria está amañada frente a un Bolsonaro victimizado? ¿Qué pasa con los medios brasileños que demonizaron a Lula y facilitaron la llegada de Bolsonaro?
Sí, pero en la situación inmediata, con la conmoción, una de las cosas positivas, a pesar del horror de estos actos, es que los medios de comunicación de derechas están llamando terroristas a los de extrema derecha. Este es un conflicto civil, interno de Brasil. Fuera de Brasil, el 100% de la gente prefiere a Lula antes que a Bolsonaro, excepto en Italia y Estados Unidos.
Esto es muy reciente aún, tenemos que esperar un poco para ver las consecuencias a nivel internacional. Pero Lula va a tener un apoyo enorme, un poder inmenso. Aquí es donde nosotros, la izquierda radical, tendremos que desempeñar el papel de oposición (crítica y constructiva, por supuesto) a Lula. Esta es seguramente la muerte política de Bolsonaro. Sus partidarios no han comprendido las consecuencias de destruir tres edificios que son la base del Estado brasileño (congreso, palacio, etc.) Es inadmisible hacerlo. Todo el mundo sabe que el encarcelamiento de Lula fue una maniobra judicial.
Si podemos detener y restringir al máximo esta historia del bolsonarismo y sus partidarios, los ricos e hiper ricos que le apoyan y financian sus ataques, eso sería un gran paso. Pero entonces es obvio que hay que volver atrás y devolver la justicia a Dilma, que también pagó caro con el golpe blando, pero también a Lula. Con lo que ha pasado, Lula debería tener suficiente poder, y sé que hará cosas buenas. Es un momento de crisis, de todos modos, pero es quizás en este momento cuando asumirá y radicalizará las políticas y el discurso de izquierda.
¿No está amenazada la vida de Lula por este nivel de histeria contra él? ¿Cuáles son las directrices que guiarán sus primeros meses?
Tal vez, pero si se atreven a hacerle daño entonces lo convertirían en un mártir, lo que no mejoraría en absoluto la situación de la extrema derecha. Por otra parte, los bolsonaristas prosiguen sus planes para arruinar la vida del gobierno de Lula, en particular atacando las refinerías.
Lo que está en juego es extremadamente importante. Entre las directrices de la política de Lula está repartir la tierra, no hacer demasiados regalos a la derecha como en sus anteriores mandatos, y una perspectiva de giro radical a la izquierda, aunque el clima político, social y económico sea muy complicado. Lula representa a la clase obrera, a la gente de base que trabaja, y esto es muy importante.
Por ejemplo, existe una iniciativa para crear una secretaría especializada en reciclaje. Lula va a hacer políticas favorables a los trabajadores, a los trabajadores del pueblo, a los indígenas. Hay un ministerio para los pueblos indígenas y creo que la defensa de la tierra será efectiva, lo cual es un rayo de esperanza, ¡tomando en cuenta las políticas de los gobiernos anteriores! Pero sus directrices de momento son sobre todo la conciliación, porque Bolsonaro lo ha destruido todo, lo ha roto todo en el país.
Foto: Mídia NINJA
Traducido por Edgar Rodríguez para Investig’Action
Fuente: Investig’Action